El cuento contiene la sabiduría de los pueblos y, sin proponérselo, da tranquilidad y enseña a vivir.
Es bonita la costumbre
de contar cuentos en las reuniones familiares.
Una persona
que crece con el recuerdo de las jornadas al calor de los cuentos contados o leídos en grupo será un adulto con raíces profundas, pues no hay alegría comparable a la de recordar lo que
se siente cuando alguien nos narra un cuento.
Si quieren que cante coplas,
voy a cantar la primera,
pero como tengo susto,
ni me acuerdo cómo era.
Si vas para Atrato abajo,
lleva tu toldo y tu gato,
porque de día pica el mosco
y de noche el chimbilaco.
Arrancame un tamarindo
y sembrame un gualanday,
que yo no creo en las brujas
pero que haberlas, las hay.
Picá tu macho Manuel
y recogé tu sombrero,
vámonos que va a llover
y el camino es culebrero.
Sobre los llanos, la palma;
sobre la palma, los cielos;
sobre mi caballo, yo,
y sobre yo, mi sombrero.
El pájaro carpintero
le preguntó al dios-te-dé:
con ese pico tan largo,
cómo come sumercé.
Las coplas que yo me sé
ninguno me las enseña
porque yo las improviso
cuando estoy rajando leña.
Las historias de creación del mundo de las comunidades indígenas han sobrevivido hasta nuestros días a través de la tradición oral, son patrimonio inmaterial y fueron la primera semilla de la literatura colombiana.
Mito fundacional Chibcha (Cundinamarca):
Hace muchos, muchos años, la laguna de Iguaque llenó sus aguas de flores y plantas de todos los colores, de ellas nació una mujer de pelo largo y negro que ascendía del agua acompañada de un niño pequeño.
Eran Bachué y su hijo que venían a poblar la tierra. Bachué se casó con ese niño cuando éste ya era un hombre y los hijos que tuvieron fueron quienes comenzaron a habitar la tierra de entonces.
Empezando en la Sabana, el imperio Chibcha creció y creció hasta extenderse por todos los rincones y Bachué, la madre, les enseñó todo lo que tenían que saber para sobrevivir.
Bachué, cansada decidió regresar al agua, luego de dejar todo listo. Acompañada de su esposo, ambos se convirtieron en serpiente y se sumergieron en las profundidades, con la promesa de que el mundo entero estaría vigilado por ella para que todo estuviera bien.
La apuesta del viento
y la nube
En cierta ocasión se pusieron a conversar el viento y la nube y
decidieron apostar para ver quién tenía más fuerza.
La nube era más viva que el viento y decidió empujar de arriba
hacia abajo, y lógico que al viento le tocó al contrario, de abajo
hacia arriba.
Empezaron la apuesta desde la mitad de la tierra. El viento tenía
la desventaja de que la nube empujaba con mucha más fuerza
porque soplaba para abajo.
El viento se dio cuenta del engaño de
la nube.
Entonces decidió atacar con más fuerza desde abajo, se
vino rápidamente hasta la mitad de la nube y empujó muy fuerte
de para arriba, despedazándola toda.
Por tal motivo es que la nube aparece por partecitas en el firmamento.
El tigre y el fuego
Vivía el tigre a la orilla del río. Era el único que tenía fuego.
Los demás animales no lo tenían: comían la carne cruda. Un día,
los otros animales quisieron tener fuego y pidieron al tigre que
se los prestara pero él se negó a dárselo.
Y como él siempre fue el
animal más feroz, le temían.
Ellos sabían que en tiempo de lluvia el tigre ponía fuego debajo
de la hamaca para calentarse. Para robarle el fuego, llamaron a
la lagartija diciéndole que fuera a la casa del tigre. Cayeron muchas lluvias por la noche y le ordenaron que atravesase el río.
Lo atravesó en medio de la lluvia y se fue a la casa del tigre.
Al
encontrarse, el tigre le preguntó a qué venía y la lagartija contestó
que a hacerle el favor de ayudarle a cuidar el fuego mientras él
dormía. Como caía mucha lluvia, todos los fuegos que se encontraban dentro de la casa se habían apagado, y sólo quedaba el
que se encontraba bajo la hamaca.
La lagartija se puso a ayudarle.
Viendo que el tigre se había dormido, se dio a apagar el fuego con
su orina, pero el tigre se despertó y le preguntó por qué estaba
apagando el fuego. La lagartija contestó que lo estaba cuidando,
pero que el frío lo estaba apagando.
El tigre volvió a dormirse. La lagartija pensó otra vez en apagar el
fuego con su orina, pero en cambio cogió para sí una chispa de fuego, la metió en su cresta y huyó atravesando el río. Despertó el tigre
y divisó su fuego al otro lado del río, mas como él no sabía nadar
y el río había crecido mucho con la lluvia, no podía ir a buscarlo.
Así, pues, amaneció sin fuego. La lagartija llegó a donde estaban los
demás, y así tuvieron fuego mientras que el tigre dejó de tenerlo,
por lo cual ahora le toca comer carne cruda como antes les había
tocado a los otros.
ACTIVIDAD
1. Lee en voz alta con la familia los anteriores cuentos y leyendas
2. Pide a tus abuelo que te relaten un cuento o historia de su infancia (tio tigre y tio conejo) por ejemplo
3. Apréndete las coplas que se encuentran arriba y prepáralas en un equipo de 3 compañeros
4. Consulta en Internet "el testamento del paisa" de Agustín Jaramillo Londoño
5. Lee alguno de sus cuentos y escribe el que más te gusta.
6. Destaca los valores que se trabajan y diga por qué, en los cuentos la apuesta del viento y la nube y en el tigre y el fuego.
7. Consulta la leyenda de "Bachue" léela y escribe la reflexión o lo que piensas sobre ella.
ACTIVIDAD DE ARTISTICA
Realiza una plana cada día, teniendo en cuenta los cuadros de referencia, toma esta actividad como relajante.
Esta semana realizaremos las evaluaciones del 3º periodo a partir del miércoles en el formulario de Google, hacer repaso de los temas vistos, estar pendientes que se les enviará el enlace.
Por favor leer todos los días la pagina web del colegio hay siempre información muy importante